Por todas partes hay vida vegetal
Yo creía que las plantas sólo crecían en el monte, en el campo, en las huertas o en las macetas. Aunque me fijé que en el asfalto, en los muros, en las barandillas de los balcones y hasta en coches abandonados también crecen plantas. Tejados, cumbres de más de 2.000 metros, arenas del desierto, cuevas donde no entra la luz y hasta en la orilla de la playa o en las rocas de los acantilados. ¿Cuál es el sitio más sorprendente donde hayas visto crecer una planta? Dentro de la concha de un caracol? En la goma-espuma de un sofá tirado en el monte? En una viga vieja a más de 2 metros del suelo?
Capacidad de adaptación.
Es lo que me fascina de la naturaleza y más concretamente de las plantas. Se adaptan a cualquier terreno, clima, latitud, altitud y condición terrestre que exista. Es decir, unas con calor sofocante y otras con fríos extremos. Las hay que les gusta la tierra muy mineralizada, ácida o arcillosa. Parece que algunas necesitan terrenos porosos y húmedos para profundizar bien sus raíces mientras que otras crecen en paredes de piedra con apenas un hilo de raíz pero bien frondosas de hojas.
Un espejo donde mirarse
Sorprende la capacidad de las plantas para colaborar entre ellas. Crecen a su ritmo, más despacio unas y más rápido otras. Nunca desperdician su energía y siempre la gestionan inteligentemente… ¿he dicho inteligentemente? ¿las plantas son inteligentes? Pues si, y probablemente más que los seres humanos. Con cada salida al monte, paseo por el pueblo o simplemente la mera observación de las plantas de casa, aprendo alguna cosa más sobre la inteligencia de las plantas y siempre me sorprenden.
Gracias:
Gracias por respetar la naturaleza, por no ensuciarla, por disfrutar de sus colores, de sus perfumes, de sus sabores y de sus sonidos. Te propongo que en tu próxima salida a la naturaleza cierres los ojos y escuches la voz del viento, de las hojas y de las ramas, también que huelas el aroma de las flores y de la tierra seca o mojada. Que observes los diferentes tonos verdes de las hojas y los múltiples colores de las flores, que toques los troncos de los árboles, las hojas de las plantas y pises con los pies desnudos la tierra o la hierba. Puedes saborear algún fruto como fresitas, moras, madroños, higos, manzana, pera o alguna flor como la capuchina, el trébol rojo, la moradita alfalfa…que te harán más placentero el paseo.
Cuidemos nuestro entorno
Por último, una petición. Si llevamos una bolsa vacía en nuestros paseos, podremos recoger las basuras que nos encontremos. Muchas hormiguitas limpiando un poco…es mucho limpiar!!! Y os aseguro que es muy satisfactorio dejar todo más limpio que cuando pasamos por allí. Feliz vida natural en la medida en la que podamos y si así lo sentimos!!!
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