Y llegó el otoño
Llega el otoño, remolón, como no queriendo entrar de golpe, dejándonos disfrutar de días agradables y puestas de sol increíbles. Esta es la época preferida para muchas personas, sobre todo las más introspectivas, esas a las que les gusta el recogimiento, la calidez del hogar, los ritmos tranquilos y sin excesivos sobresaltos. ¿ Que tal un paseo por la naturaleza admirando el manto de hojas caídas, como si de un tapiz amarronado se tratara?. Yo soy de esas personas. Me gusta levantarme pronto y aprovechar bien el día para recogerme por la tarde. Cuando empieza a oscurecer, disfruto preparándome una infusión y leyendo un buen libro. Por eso me gusta el otoño, porque es la época en la que vuelvo a engancharme a la lectura y al estudio, aprovecho esta sensación melancólica que a veces me invade para hacerme un auto-test.
Una actualización interna en toda regla, de tal forma que, si para muchas personas el año nuevo es la mejor fecha para emprender nuevos propósitos, para mi lo es el comienzo del otoño.
Mocos, infecciones…
El otoño tiene mucha relación con los mocos, y estos a su vez están relacionados con los conflictos. ¿Acaso no es un conflicto empezar las clases o el trabajo? Los mocos pueden ser una reacción de limpieza, por lo que a veces es mejor un pañuelo y listo. Eso si, cuidado con las infecciones, propias de estos meses. Me encanta el otoño y la vida sencilla, la alegría cuando toca reírse, el canto cuando busco el equilibrio, el grito en el monte cuando quiero sacar tensiones y el llanto cuando estoy desbordado emocionalmente, ese llanto tan sanador que me saca hasta los mocos… qué causalidad verdad?
Qué puede hacer la naturaleza por ti?
También en este caso la naturaleza tiene remedios naturales para esta época. Plantas que pueden ayudarnos a regular la mucosa, otras a liberar el árbol bronquial, las que combaten las infecciones o las que nos levantan el estado anímico y/o la energía. Vamos a conocer algunas de ellas:
Plantas medicinales para el otoño:
Pulmonaria. Gracias a su vitamina C (Muy necesaria en esta época) y sus mucílagos que actúan como demulcentes (Suavizantes) de toda la zona bronco-pulmonar.
Llantén o plántago, que gracias también a sus mucílagos y glucósidos reducen la mucosa y actúan como un laxante suave. Esta planta no puede faltar en ninguna receta de jarabe natural para los mocos.
Malvavisco, tan popular por ser parte de la receta de unos conocidos caramelos, es muy útil para los catarros de garganta y bronquios ya que tiene la capacidad de disolver el moco y facilitar la expectoración.
Líquen de Islandia, es el ideal para las afecciones respiratorias asociadas a un aspecto bacteriano. Es capaz de regular la colonia bacteriana a la vez que controla la tos y los trastornos mucolíticos bronquiales. De mis preferidas.
Hisopo, es una planta imprescindible para combatir el asma, el catarro crónico y mejorar el tracto respiratorio cuando existe una falta de adaptación por origen emocional.
Me gusta la estación de las hojas caídas!
Hacer limpieza de objetos, de ropa o de libros. Me gusta desprenderme y no apegarme, ya que siempre me ha incomodado el sentirme atado. El apego es una necesidad de seguridad que no está asegurada. Nunca. Nada puede ser de nadie, así que te deseo un buen otoño de desapego, de libertad y sin conflictos, tus pulmones y tu mucosa te lo agradecerán.
- Tenéis la opción de leer este y otros textos de buen@s compañer@s en la revista trimestral https://vida-natural.es/
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