Intercambio de información
Al igual que las plantas, la tierra o el resto de seres vivos, las personas tenemos un campo etérico. Éste es el encargado de recoger las energías del exterior e introducirlas en nuestro campo físico. Se produce en ambas direcciones, también desde nuestro campo físico y a través del campo etérico enviamos información al exterior. Por eso se dice que la naturaleza nos proporciona lo que necesitamos respondiendo a nuestras necesidades siempre cambiantes.
Este otoño, tendremos que prestar atención a la clase de plantas que veamos en nuestros campos, ya que será la pista de cuáles van a ser nuestras necesidades y qué aspectos deberemos de reforzar. No solo desde el punto de vista físico, sino también desde el punto de vista psicoemocional. Las plantas adaptógenas nos van a ayudar en este tránsito.
Órgano-emoción
Las plantas medicinales tienen esa doble función, por un lado trabajan reforzando el tejido de los órganos ó sistemas que necesiten apoyo y por otro lado restablecen el equilibrio de nuestro campo emocional aparejado a esos órganos.
Recordemos en este punto que cada órgano del cuerpo resuena con una emoción, o dicho de otro modo, cada emoción impacta directamente en un órgano ó sistema del cuerpo. Es aquí donde podemos entender el poder de las plantas medicinales en su trabajo holístico cuando son bien utilizadas.
Llega el otoño
Llega el otoño y esperemos que sea un verdadero otoño. Sus vientos, bajada de temperatura, mocos renovadores y preciosos paisajes de colores amarronados, rojizos, amarillentos y llenos de melancolía. Esos días que solamente con dar un paseo por el campo despierta nuestro lado más poético, mas filosófico y porqué no, más espiritual.
El cuerpo trata de adaptarse a este cambio de temperatura, al acortamiento de los días y en consecuencia al alargamiento de las noches. A los nuevos ritmos laborales y/o escolares, y aunque aparentemente cada año se repite el mismo ciclo, ningún año es igual, siempre es diferente…y menos mal que así es!
Plantas adaptógenas
Eleuterococo: Aparte de ser una gran adaptadora, es tonificante. Hace que utilicemos la energía inteligentemente, que no la desperdiciemos, y eso justamente es lo que más se necesita en la época otoñal. Excelente adaptógena para los cambios de temperatura, estados emocionales o reforzarnos mentalmente en cada cambio estacional.
Rhodiola: Gran adaptógeno calmante del sistema nervioso que crece entre 11.000 y 18.000 pies sobre el nivel del mar. Vive en sitios “difíciles”, donde otras especies no pueden sobrevivir. Por eso esta planta ayuda a aumentar la resistencia del cuerpo a los distintos factores estresantes medioambientales. Esta planta aumenta la resistencia del cuerpo a las enfermedades y a la depresión emocional.
Ashwagandha: Esta conocida planta es la gran adaptógena emocional. Excelente para procesos menopaúsicos y cuando hay dificultad para dormir. Reduce los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés. Trabaja en dos sentidos opuestos como son la depresión y la ansiedad, de ahí su catalogación como adaptógena.
Avena: Es un gran adaptógeno. Regula las fases de estrés y trabaja muy bien los procesos de mocos, regulándolos, quitando el moco viejo y reponiendo moco nuevo. Esta planta es energética, aunque su función adaptógena principal se centra en el sistema nervioso.
Feliz otoño!
Pasea por la naturaleza, siéntela, observa tus pensamientos y déjalos ir igual que el árbol deja ir sus hojas. Que los pensamientos caducos vuelen, para dejar sitio a otros nuevos pensamientos, llenos de nuevas ideas, que habrá que darles forma pasito a pasito, sin dejar de mirar al frente, hasta que un día se materialicen, cumpliendo otro ciclo, al igual que los ciclos de la naturaleza. No te apegues a nada de lo que ya te sobre, y si necesitas ayuda, las plantas adaptógenas son un maravilloso recurso entre otras tantas opciones para que nos ayuden.
Feliz otoño y feliz adaptación a lo que estés viviendo y a lo que estés por vivir.
0 comentarios